Esta metodología incluye variadas acciones, que estratégicamente han demostrado impactar en el aprendizaje de los estudiantes, o bien, haber provocado mejoras en las prácticas pedagógicas de los docentes cuya finalidad también ha evidenciado un correlato sobre el aprendizaje. Estas estrategias metodológicas dicen relación con la programación de secuencias didácticas para el trabajo en aula, la implementación del acompañamiento permanente del ejercicio docente para la mejora de las prácticas pedagógicas.
Potenciando la coherencia entre planificación y evaluación, incluyendo como componente esencial la diversificación de escenarios evaluativos en línea con la Ley de Inclusión, así como también el Decreto 83. Siendo la retroalimentación efectiva para consolidar el aprendizaje como una experiencia y no como mera información desarticulada, así como el análisis e interpretación de resultados facilita guiar la reflexión pedagógica en función de los aprendizajes de los estudiantes, para finalmente mejorar la toma de decisiones pedagógicas y aportar a una educación de calidad.